miércoles

11.

Tanta gente alrededor


All those movies in my head
Crawling out moving forward
Trying to get out


All people around me
Looking down  moving down
All in front of me


Every face has its own history
All them yelling at our future on a wall
-
Tanta gente alrededor

Todas las películas en mi cabeza
Saliendo avanzando
Tratando de salir

Todas las personas que me rodean
Mirando hacia abajo bajando
Todo en frente de mí

Cada rostro tiene su propia historia
Todos ellos gritando a nuestro futuro en una pared

lunes

9.

I
Tiempo hace que los bosques no pertenecen a sus dueños. Tiempos llenos de voraces sonidos, gemidos de la espesura, llantos milenarios derramados sobre las piernas de mercurio.

La furia del silencio me atormenta tanto que no puedo más que dormirme y esperar que todo pase.

II
Me pretendo uno más, me pretendo asalariado en la puerta del tren, esperando espacio para abrazar mil desconocidos que son yo. Mil desconocidos que son el calor, la energía que mueve el tren, que nos lleva, desconsoladamente nos lleva, hasta el final de la estación.
III

Me pretendo una coma sin espacio, solo una coma en un abultado texto. Palabras mayores, palabras justas. Grandes letras de grandes autores. Yo, una coma. Una coma que no es punto ni cierre, ni cosa de otro mundo. Una simple coma que todo lo que hace es dar aire para que el mundo siga resolviéndose a sí mismo en busca de ese dios que no es más que un simple espejo.

IV

Si quiero silencio, debo cerrar el mundo ante mí, apartar el cuerpo de mí y ser el mismo silencio. Si quiero Dios, debo cerrar el cielo ante mí, apartar mi espíritu y ser el mismo Dios. Nunca alcanzan las palabras para ser todo lo que se quiere ser.

Hay que ser. Viento, mar, voz, llanto y excremento. Hay que serlo todo.

domingo

8.


Asombro mis ojos ante la seriedad de los hechos

Ante el abismo del mundo mismo me instalo con mis cuatro patas en el silencio y contrario a todo pensamiento activo, te grito y no me callo. Asoma a silencio la lectura de esta página y sin embargo me deshago en palabras.

Veo desde mi esquina del mundo girar las horas.
Veo en tus ojos un destello,
una estrella que redunda en armonía,
un sin fin de miradas sin mirarnos, en tus ojos.
En los míos,
en algún espejo.

Veo también un deseo y parto en tren hacia la locura, a bailar en la noche bajo las estrellas.

La vida se consume entre platos y horarios de oficina, la vida se siente viva mientras más vivo mi fantasía y me cruzo de un planeta a otro riéndome de las limitaciones de los hechos.

¿Puedo vivir mis amores imposibles, al otro lado del mar, de la puerta para afuera?
¿Puedo convivir con mi cama vacía y con la tuya compartida?
No lo decido,
no busco respuestas mientras me río.

Siempre que tu boca me suelte aquellas palabras que quiero oír,
aunque me duerma en otras sábanas, en otras camas.

En la cuerda que me toca caminar, en esta loca carrera por ver quién es más normal, me animo a saltar, a bancarme el golpe que después vendrá, a vivir al menos esto, con los pies en punta, caminando en silencio por las esquinas, mirando de reojo un mundo que no se anima… que no se mima.

Mientras yo suelto la mano y salto con los ojos cerrados
esperando que un viento me eleve y me lleve hacia los costados.

sábado

7.

La gente que viaja en el subte debe quererse mucho... Porque? Porque viajan todos abrazados.

Comentario que me hizo mi niño interior mientras una señora me encajaba el codo y la cartera en el estomago una estación antes de bajarse.

sábado

5.

Ha habido en el cielo una explosión, un pequeño pero ostentoso vuelo de partículas, gases y otros elementos cósmicos que vaya uno a saber por qué aparecieron volando en el aire de la mañana. Yo, como siempre dormido en horas de trabajo tuve la suerte de haber sido un mudo espectador de tan extraño espectáculo. Mire la tierra para ver si ésta le hacía frente, pensé que tal vez ante tamaña provocación, la tierra al menos lanzaría su intestino caliente por las bocas que sabe tener. Pero nada paso y quede  con mis ojos ojeando el aire esperando algo que resolviera aquella situación. El cielo tiene por costumbre pasar desapercibido, hacernos creer que esta allí de puro bueno, de casualidad, de que es así nomas. Pero tengo bien sabido yo que no, que ese traficante de estrellas se trae algo entre manos, aprendiz de parpado cerrado que quiere tal vez ocultarlo todo. Yo, acostumbro a mirar el mundo con los parpados cerrados, por lo que tal vez sea un experto en cuestiones de mirar los sueños cuando ando despierto. El cielo tiene rabia, tiene celos, tiene ojos de día y ojos de noche, y nos mira, nos mira tanto, nos desea tanto como nosotros al sueño. El cielo nos quiere, y nos quiere mal, por eso de vez en cuando se lanza un espectáculo de locos, entre un abrir y cerrar de ojos nos tira una aurora boreal o nos sorprende en la calle con una nieve de juguete para que no nos olvidemos de el cómo no nos olvidábamos cuando éramos niños. Por eso nos tienta a veces con la luz de tantas estrellas, nos tienta con la visión de un poema escrito en los rayos calenturientos del sol, se muestra tan profundamente celeste que nos hipnotiza y más de uno a elevado sus pies para alcanzar aquella masa llena de dicha.. El cielo nos llama, con su voz sencilla y su estampado rostro nos invita a conversar de día y a meditar de noche... Pero atento pequeño almirante de nuestra parte de adelante (sic... gracias calamaro) en sus profundidades  guarda la oscuridad que atenta, nos necesita para obrar su obra en la tierra. Quisiera ya el cielo alejarnos de la tierra para que esta muera sola y se canse de llorar nuestra ausencia.

Pero esto no es noticia nueva, tampoco es tan buena la tierra, porque atrás en el tiempo, cuando nuestros rostros no eran rostros y el pensamiento del hombre era tan solo un batir del viento, éramos del cielo, no ángeles, no pájaros, éramos tan solo del cielo. Y la tierra celosa, harta de su cuerpo desnudo, nos arrebato la esencia, nos tiro de las cuerdas y terminamos caminando sin saber ya nada sobre nuestras antiguas alas.

Volveremos algún día al cielo, volveremos otro día a poblar la tierra porque allí donde haya cielo y donde haya tierra, seremos nosotros los hombres aquellos que unen el universo.

jueves

3.

Pensamiento que aborda el río
aborda la rama que se lleva el agua

pensamiento que suelta amarras
y navega río arriba

Un río que inunda el pueblo
de voces y pensamientos nuevos.